El hospital de Santa Cruz es un curioso ejemplo de la arquitectura civil de Toro.
Construido en el primer tercio del SXVI, comisionado por el relojero Juan Dorado. El impulso definitivo del proyecto se debió al mecenazgo del influyente toresano Juan Rodríguez de Fonseca: arzobispado de Burgos, comisario papal, capellán de la reina, delegado en Flandes o presidente del consejo de Indias….
Había en ese momento en Toro unos diez hospitales que, como era habitual en la Edad Media, eran pequeñas instituciones religiosas o vinculadas a cofradías que proporcionaban más asistencia espiritual, se asimilaba muchas veces la enfermedad a un castigo divino.
Desde la época de los RRCC surge esa idea de suplir la necesidad asistencial de las ciudades, para enfermos, pobres y peregrinos. Se erigen grandes instituciones sufragadas por la monarquía e importantes familias que emulan estas fundaciones. En este ambiente hay que encuadrar la fundación de nuestro hospital
Otro aspecto a tener en cuenta eran los beneficios espirituales de los mecenas, estas fundaciones eran una vía para conseguir la salvación de su alma.
Empezó a funcionar en 1528. A lo largo de la historia ha tenido los más variados usos, como campo de reclusión en la Guerra Civil o Colegio desde los años 70.
Si paseas por la calle de Reja Dorada de Toro detén tu paso en este edificio, un crucero delante de su fachada, y el escudo de los Fonseca, cinco estrellas, sobre la puerta te permitirán identificarlo. Si tienes suerte y está abierto observarás en su interior un sencillo y armónico patio en torno al cual se abrían las dependencias hospitalarias.
Para saber más sobre este y otros muchos monumentos de Toro no dudes en hacerlo de la mano de los miembros de la Asociación Zamorana de Guías de Turismo.