Es frecuente que las diferentes civilizaciones hayan creado su propia historia entremezclando acontecimientos históricos reales con historias legendarias.
En la Edad Media es habitual que, a través de la tradición oral, así como debido a la existencia de juglares y trovadores, los acontecimientos históricos fuesen ganando con el tiempo una serie de elementos que hiciesen más atractiva la narración.
Si bien muchas de estas historias tienen un trasfondo real.
CONTEXTO HISTÓRICO:
A partir del siglo XI los territorios del norte de la Península van a experimentar un desarrollo económico importante .
El crecimiento está directamente relacionado con el Camino de Santiago.
Muchas personas dedicadas especialmente al comercio y la artesanía.
Muchos procedentes de otros reinos cristianos y se asentarán a lo largo de estas vías de peregrinación formando barrios (burgos).
Estos grupos se irán consolidando como una nueva clase: la burguesía, que se va a ir enriqueciendo y acumulando grandes fortunas. Este enriquecimiento generará una necesidad de alcanzar mayor cuota de poder, así como mayor participación en los acontecimientos políticos.
Esto dará como resultado el enfrentamiento con las clases que tradicionalmente han ostentado el poder: el clero y los nobles.
Como consecuencia de ello durante todo el siglo XII van a tener lugar una serie de revueltas en los reinos del norte, siendo una de ellas la que tuvo lugar en Zamora.
En 1157 con la muerte de Alfonso VII se rompe la unidad política territorial y deja el reino dividido entre sus dos hijos.
A Sancho, el primogénito, le corresponde el cada vez más fuerte reino de Castilla.
A Fernando le corresponde el reino de León y Galicia.
Esta división se convertiría en un importante problema político.
ACONTECIMIENTOS
En el invierno de 1158 un día en que se celebraba mercado, un joven se acercó al puesto de pescado y compra la última trucha que quedaba. Sobre la identidad del joven existen varias versiones: podría ser un zapatero o bien el hijo de uno de los pelliteros de Zamora.
En el momento en que la venta se estaba cerrando apareció el criado de un noble de la ciudad, de nombre Gómez Álvarez, que reclamó la trucha para la mesa de su señor.
En ese momento se originó un tremendo revuelo en el puesto, acercándose a él numerosas personas que se encontraban en esos momentos comprando. La mayoría de los presentes (campesinos, artesanos, comerciantes) se pusieron del lado del zapatero, que finalmente se llevó la trucha.
Enterados los nobles de la villa, deciden reunirse en la iglesia de Santa María para decidir qué medidas tomar y evitar futuras revueltas. El pueblo llano enterado de esto decide encerrar a todos los nobles que estaban en la iglesia y prender fuego al templo pereciendo un número indeterminado de nobles.
Tras tomar conciencia de lo que habían hecho y temiendo las represalias del rey y de sus representantes en la ciudad huyen hacía la frontera portuguesa y desde allí envían mensajeros para que hablen con el rey Fernando II de León y que les perdone, amenazándole con pasarse al servicio del rey portugués en caso contrario.
El rey aceptó las demandas de los emisarios y les impone la reconstrucción del templo quemado, pasando a llamarse desde entonces Santa María “la Nueva”.Pero ¿Por qué el rey se pone de parte del pueblo llano y no de los nobles?
La ciudad de Zamora era una de las ciudades militares más importantes para el rey Fernando II por su cercanía a Portugal y por su política de avance hacia el sur. No podía arriesgarse a que el gran descenso demográfico fuese aprovechado por Portugal para ampliar sus fronteras.
LEYENDA:
Cuentan que lo único que se salvó del incendio fueron las formas sagradas que saliendo por un pequeño hueco que se abrió en el muro norte se refugiaron en el cercano convento de las Dueñas.
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Y recuerda que una visita guiada no es un freetour.