La imagen de “La Soledad” como es conocida entre los zamoranos, recibe culto en la céntrica iglesia románica de San Juan de Puerta Nueva.
La escultura data de 1886 sustituyendo desde entonces la antigua talla que poseía la Cofradía de Jesús Nazareno. La nueva imagen fue realizada por el artista Ramón Álvarez.
Poco imaginaba Ramón Álvarez que esta obra suya se convertiría en seguida en una imagen tan querida y venerada por el pueblo de Zamora, cariño y culto que aún perduran.
Al principio la imagen recibió culto en una antigua capilla que había sido cedida por el Marqués de Valverde, Conde de Torrejón y de Casa Trejo y donde inicialmente había recibido culto la imagen anterior. Dicha capilla estaba situada en la iglesia de San Juan de Zamora.
La mencionada capilla fue demolida y de ella solo se conservan el arco de acceso y una reja del XVI que podemos contemplar aún hoy, en el lugar donde actualmente se ubica la imagen de la Virgen, en el muro norte de la iglesia.
La Virgen está vestida con un sencillo manto y una túnica sin adornos, ambos en color negro. Cubre su cabeza una toca de encaje blanco y ostenta sencilla corona de metal dorado.
Luce una expresión serena y un bello rostro con una gesto de dulzura y tristeza que ayudan a conectar con el pueblo zamorano y con todos aquellos que la contemplan.
SALIDAS PROCESIONALES
Esta imagen pertenece a la Cofradía de Jesús Nazareno.
La Cofradía fue fundada en 1651 emulando una más antigua de la que tomó el nombre.
La Cofradía de Jesús Nazareno está formada por unos 11500 hermanas y hermanos, y organiza dos desfiles. Ambas procesiones salen de la Iglesia de San Juan de Puerta Nueva.
Uno de los desfiles tiene su salida el viernes Santo a las cinco de la madrugada y la talla de la Virgen de la Soledad cierra dicha procesión.
La otra salida tiene lugar el Sábado Santo a las ocho de la tarde y en esta procesión la gran protagonista es la Virgen de la Soledad.
El origen de la procesión del sábado es la vela que se hacía a la Virgen de la Soledad en la iglesia de la Concepción, tras este acto la imagen era devuelta al templo de San Juan con una procesión popular.
RAMÓN ÁLVAREZ
Nace en la localidad zamorana de Coreses en 1825 y fallece en Zamora, a los 64 años.
Fue conocido como “imaginero”, ya que gran parte de su obra fueron imágenes para la Semana Santa de Zamora. Fuera de Zamora fue un gran desconocido, pero la Semana Santa zamorana sin ningún género de dudas, tiene una gran deuda con él. Sus obras son una verdadera manifestación del sentir y la devoción popular de los zamoranos.
Por sus clases pasaron numerosos estudiantes muchos de los cuales se convertirían en reconocidos artistas.
¿Sabías qué de la imagen de la Soledad, tallada por Ramón Álvarez, existen dos réplicas casi idénticas en Filipinas?
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