Como todos los 14 de febrero asistimos a la celebración del día de San Valentín, patrón de los enamorados. En nuestros tiempos consumistas, un día muy celebrado y esperado en el mundo capitalista.
Pero a pesar de ser un santo muy conocido son pocos los zamoranos que saben que en Toro se conservan algunas reliquias de San Valentín. En concreto se conserva su cráneo.
¿Quién fue San Valentín?
Fue un sacerdote romano del siglo III, que en plena expansión del cristianismo casaba a escondidas a los jóvenes soldados del ejército romano. La ceremonia era oculta pures por aquel entonces los soldados romanos no podían casarse. El pretexto es que los solteros serían más valientes pues no tenían ataduras.
Sin embargo, fue descubierto y el 14 de febrero de 270 lo decapitaron.
En 494 el Papa Gelasio estableció la fecha del 14 de febrero para conmemorar su figura.
¿Cómo llegan a Toro sus reliquias?
En contreto en Toro se conserva el cráneo de San Valentín.
Las reliquias fueron depositadas en Toro por Diego Enríquez en 1545, tras obtener el permiso del Papa.
Diego Enríquez era capellán de Carlos I.
Según la tradición el Papa Paulo III regaló el cráneo a Carlos I para aliviar sus frecuentes jaquecas.
Ya sabemos todos además que a los Austrias les encantaban las reliquias, en especial a Felipe II.
Un siglo después un canónigo de nombre Valentín Tejederas fomento su culto en la ciudad de Toro, logrando además varios privilegios los fieles que visitarán su capilla y venerasen sus restos.
Pero ¿Son auténticas las reliquias que hay en la Colegiata?
En realidad, es imposible saberlo. El “mercado negro” de reliquias en el pasado fue muy habitual.
Además de conservarse varias reliquias de este santo repartidas por medio mundo el cráneo de San Valentín es también venerado en la iglesia de San Antón en Madrid y en la iglesia de Santa María en Cosmedin de Roma.
La Colegiata cuenta con una serie de documentos que darían fe de su autenticidad, aún así no se puede asegurar categóricamente
Otros datos.
El cráneo hoy se encuetra custodiado en una caja de plata con forma oval y se puede contemplar dentro de la cámara acorazada de la Colegiata de Toro.
Además, todos los 14 de febrero sus reliquias se exponen en el templo para que los fieles puedan rendirle culto.
Existe en el mismo templo una figura de San Valentín tallada en madera y pintada en blanco imitando mármol. Es una talla realizada en 1788 por Pedro León Sedano.
Existió una importante cofradía denominada de San Valentín y la Piedad, hoy desaparecida. Fue fundada en 1621 por Isabel de Ulloa.
Esta misma cofradía financió un retablo, realizado por Juan Calleja en 1616.
De este retablo hoy en día solo se conserva una tabla que representa la decapitación de San Valentín. Esta tabla hoy esta encajada en la una de las esquinas inferiores del retablo que se encuentra en la magnífica sacristía de la Colegiata.
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