EL DESASTRE DE RIBADELAGO

La tragedia de Ribadelago en Zamora ocurrida en 1959, marcó uno de los episodios más desgarradores de la historia de España. Se trata del colapso de la presa de Vega de Tera, que desencadenó una devastadora inundación y provocó la muerte de decenas de personas.

SITUACIÓN GEOGRÁFICA

El municipio de Ribadelago está situado en el noroeste de la provincia de Zamora, en la comarca de Sanabria. Pertenece al municipio de Galende.

Ubicado junto al Lago de Sanabria en el corazón del Parque Natural del Lago de Sanabria y sierras Segundera y de Porto. El lago de Sanabria es el mayor lago de origen glaciar de España.

El lago está situado a unos 1000 metros sobre el nivel del mar y el principal caudal de entrada y salida es el río Tera.

ANTECEDENTES

Desde principios del siglo XX la necesidad de aprovechar los ríos para la producción hidroeléctrica fue creciendo y se intensificó enormemente después de la Guerra Civil. Este incremento a partir de los años 40 llevó a un gran aumento en el número de infraestructuras hidroléctricas. Dichas infraestructuras no siempre se construyeron de forma segura.

En Sanabria en los años 50 y tras varios intentos anteriores se aprueba la explotación del río Tera. La empresa encargada será Moncabril. De las tres presas que construyó esta empresa en la parte alta del curso del Tera, una sería la presa de Vega de Tera. La presa de Vega de Tera se construyó en menos de tres años y en condiciones poco idóneas que quedan de manifiesto en la cantidad de reparaciones que se hicieron antes de su inauguración, para solventar los vicios que presentaba.

En aquellos años 50 la comarca de Sanabria tenía un escaso desarrollo y estaba marcada por la pobreza, siendo uno de los pueblos que más sufrían estas penurias el pueblo de Ribadelago.

El proyecto de construcción fue aprobado en 1953 por el Consejo de Administración del Grupo Moncabril. La presa contaba con unos 33,5 m de altura y 300 m de longitud y tenia una capacidad de almacenaje de unos 7,8 millones de metros cúbicos de agua.

Las obras se prolongan durante los años 1954, 1955 y 1956 parando durante los meses de invierno debido a las durísimas condiciones climatológicas. Aun así la construcción fue rapidísima, en parte debido a la gran cantidad de gente que trabajó en ella. Unos 1300 trabajadores muchos de ellos oriundos de los empobrecidos pueblos de la zona.

La presa fue inaugurada por el Jefe de Estado el 25 de septiembre de 1956. Es entonces cuando se procede al llenado paulatino durante los años 56, 57 y 58. Además del llenado durante todos esos años se suceden la reparación de las numerosas grietas inyectando cemento. Era comentario habitual entre los obreros y empleados el miedo e inseguridad que sentían por las condiciones de la obra.

ENERO DE 1959…

En los primeros días del mes de enero del 59 la presa alcanzó casi el límite de su capacidad.

Las intensas lluvias caídas durante todo el día 8 de enero agravaron la situación. Como resultado, poco después de la media noche y con unas temperaturas de unos 18º bajo cero, la presa reventó. Las consecuencias fueron trágicas y permanecen aún en el recuerdo de las gentes del lugar.

Se produjo el desembalse de unos 8 millones de metros cúbicos de agua que bajaron por el estrecho y escarpado cañón del Tera a lo largo de 8 Km. arrasando en menos 12 minutos la población de Ribadelago.

El número de fallecidos se elevó a 144, la mayoría niños. Tras varios intentos por rescatar los cuerpos del fondo del lago finalmente se dieron por desaparecidos 116 habitantes. Las condiciones de rescate fueron verdaderamente complicadas para los buzos que hasta allí se desplazaron: aguas gélidas, nula visibilidad por el fango, cuerpos aprisionados por postes, cables, carros y todo tipo de enseres que las aguas habían arrastrado.

La catástrofe fue de tal magnitud que su difusión tardo poco en llegar a la prensa, siendo la BBC la primera en dar la noticia. Las muestras de solidaridad y las condolencias fueron muchas y llegadas desde numerosas localidades e instituciones españolas pero también de diversos países de todos los continentes.

RIBADELAGO NUEVO

Tras la catástrofe el pueblo quedo prácticamente destruido. Algunos supervivientes fueron alojados por familiares que vivían en otros lugares y el resto fueron alojados en barracones construidos al efecto..

El régimen franquista construyo entre 1960-1961 a unos 500 m del pueblo destruido otro pueblo al que inicialmente se bautizó como Ribadelago de Franco y hoy conocido como Ribadelago Nuevo.

Se utilizaron los planos pensados para el plan Badajoz. Aunque esos pueblos fueron diseñados por algunos de los arquitectos más destacados de la época no se tuvieron en cuenta las características de la zona.

Fotografía Juan Pando Barrero, 1962. Fototeca del Patrimonio Histórico (zamorateca.com)

Se construyo un pueblo de casas blancas que en nada se parece a la arquitectura tradicional de la zona. Tampoco se tuvo en cuenta en la distribución de las viviendas ya que los lugareños se dedicaban principalmente a la ganadería, lo que supuso que varias familias pusieran inconvenientes a ocupar el nuevo pueblo.

Además se construyo un cine, algo con lo que no contaba ninguno de los pueblos de la zona. También se levantó un ayuntamiento, un sinsentido ya que Ribadelago pertenece al ayuntamiento de Galende.

Ribadelago Viejo fue poco a poco rehabilitado y se fueron construyendo y reformando las viviendas destruidas, conviviendo los dos pueblos.

Y LA LEYENDA SE CONVIRTIÓ EN REALIDAD

Cuenta la Leyenda que debajo de las aguas del lago había un pueblo sumergido. Esta misma leyenda habla de que las «buenas» personas podían escuchar las campanas de la antigua iglesia la noche de San Juan…

Si quieres saber más sobre la rotura de la presa, la leyenda del lago, el Parque Natural, costumbres y tradiciones, etcétera; cualquiera de los guías de nuestra asociación estará encantado de acompañaros y descubrir juntos este singular espacio de la provincia de Zamora.