El Coro de la Catedral de Zamora

La Catedral del Salvador de Zamora es una caja de sorpresas y una visita a su interior nunca defrauda. Uno de los elementos artísticos de mayor valor es sin duda la sillería del coro que, como en muchas catedrales hispánicas, está situado en los dos primeros tramos de la nave central.

El mecenas, el comitente y el autor

La Catedral fue objeto de una importante reforma en los últimos años del siglo XV que afectó esencialmente a la cabecera. Estas obras supusieron la desaparición de las capillas absidiales románicas, sustituidas por las actuales capillas góticas, y la aparición de un nuevo coro. Fueron sufragadas por un obispo zamorano, Diego Meléndez Valdés que si bien era titular de la sede zamorana, residía en Roma. Así que, podemos considerar a este peculiar obispo, el mecenas de la reforma y del coro.

El comitente, al contrario, fue el cabildo catedralicio, formado por los canónigos. La sillería fue realizada entre los años 1503 y 1506 por Juan de Bruselas, contratado por parte de algunos canónigos que mantenían estrechos lazos con la Catedral de León, donde probablemente se encontraba este artista flamenco. Juan de Bruselas contó con la mano de obra de sus colaboradores, pudiéndose detectar autorías diferentes.

Materia prima y estilo

La madera que emplearon Juan de Bruselas y sus colaboradores es una madera de gran calidad, el nogal. El estilo que se asocia al coro es el gótico final, el estilo que prefirieron los canónigos que se encargaron también de trazar el programa iconográfico. Es un conjunto de extraordinaria belleza, con una gran variedad de temas que se tratan en los diferentes elementos que componen el coro y que se traducen en un relato de la Salvación. Vamos a ver cuáles son estas partes.

Dorsal del Coro bajo de la Catedral de Zamora | Rey David

Las partes del coro

El Coro catedralicio está formado por 85 sitiales, llamados también estalos. Entre los sitiales encontramos tres que destacan por su decoración: en el centro, la silla episcopal, llamada también sede o cátedra, reservada al obispo. Y dos sitiales especiales, situados en los extremos, destinados al Deán y al Chantre.

Podemos diferenciar también dos pisos, con el Coro alto, cuyos asientos estaban reservados a los canónigos de pleno derecho, y el Coro bajo, donde se sentaban los porcionarios, racioneros y los aprendices de coro. Tanto el Coro alto como el bajo presentan sitiales con respaldo y dorsal. En los dorsales se representan los profetas de la Biblia (abajo) y figuras de santos, evangelistas, obispos y padres de la Iglesia (coro alto).

Enjuta de un dorsal del Coro de la Catedral de Zamora | Figura grotesca

Los elementos que seguramente más llaman la atención son las famosas misericordias, ménsulas que ocupan la parte inferior de los asientos. Su función es permitir a los canónigos apoyarse para descansar pero manteniendo el aspecto erguido. El verdadero sentido de las misericordias es completar el relato teológico sobre la Salvación que transmite el conjunto del coro. En ellas se plasma de forma tan realista como satírica algunas de las conductas más censurables. Hay escenas procaces y obscenas, refranes, pero también escenas de la vida cotidiana, peleas, o incluso alusiones a la mitología. Esta tipología de misericordias, con escenas moralizantes, ocupan solo los asiento del Coro bajo.

Misericordia del Coro de la Catedral de Zamora | Contenido moralizante

Podríamos pasarnos horas contemplando las abundantes decoraciones escultóricas, realizadas con una talla fina y elegante, que se distribuyen por todo el conjunto.

Curiosidades

  • El Coro de la Catedral de Zamora sigue siendo un espacio litúrgico en uso en la actualidad.
  • Cada silla costó 9.000 maravedíes y cada escalera 3.000.
  • Se conserva también el facistol original que se usaba para colocar cantorales y salmos que los canónigos leían sin abandonar su sitial.
  • Una magnífica reja de finales del siglo XV cierra el Coro separándolo del transepto.

Si quieres verlo …

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