Año Nuevo en el calendario medieval:

Enero marca el inicio del Año Nuevo. Lleno de esperanzas e ilusiones, sentimientos y deseos que han acompañado al hombre desde tiempos inmemoriales. El año dividido en su doces meses, ese tiempo cíclico que se repite aportándonos seguridad y, que tan bien está reflejado en el calendario medieval.

Esta transición del tiempo la podemos contemplar en el calendario medieval. En él las estaciones y los meses se asocian con las tareas que realizaba en el campo el hombre de la época. Una distribución del tiempo y el trabajo que no difería en gran media de la realizada por las gentes de nuestros pueblos hasta no hace muchos años. Por ejemplo: acarrear leña, calentarse al fuego, podar, sembrar los campos, segar, vendimiar, la matanza….

Calendario medieval de San Claudio de Olivares:

En el barrio de Olivares, a orillas del río Duero, rodeada por una pequeña plaza se erige la iglesia románica de San Claudio de Olivares. Muy reformada para solventar los daños sufridos por las crecidas del río Duero, conserva sin embargo los mejores capiteles del románico zamorano.

En una de las arquivoltas de la portada, ajada por el tiempo, aparece representado un calendario medieval. Doce relieves, donde se describen los meses con los trabajos a ellos asociados. La primera dovela, empezando por la derecha, está dedicada al mes de enero, un escena en el que se ven unas figuras en torno a una mesa, el banquete de año nuevo. Sigue la tradición romana de las celebraciones en honor al Dios Jano,

Dios romano Jano:

Jano es un dios representado con dos caras: una mira al pasado y otra al futuro, la puerta que se cierra y la que se abre, dios de transición, de paso entre el año que termina y el que comienza. Los romanos fijaron el inicio del año el 1 de enero en el S. II a.c., hasta ese momento iniciaba en marzo. Realizaban sus ofrendas y celebraciones en honor a Jano. Dios de posible origen etrusco que da nombre al mes de enero, «Januarius».

Las guías de Zamora esperamos que este año nuevo esté lleno de alegría y viajes, y como no que la provincia de Zamora sea una de ellos.

Elige bien quién te guía.