Dicen que el nombre de Fermoselle viene de «Fermosa ella»
Situada al suroeste de la provincia, Fermoselle es la capital natural de los Arribes del Duero. Entre riscos y quebrados, donde el Duero se encajona en un paisaje precioso y abrupto. Solo un poco más abajo, el Tormes confluye con el Duero en la zona de ambasaguas.
La villa se ubica sobre un suelo de granito y bajo ella bodegas subterráneas para la elaboración del buen vino DO Arribes. Además dicen, que en otros tiempos, para esconder los productos del contrabando propio de las zonas fronterizas. Es conocida por ello como el pueblo de las 1000 bodegas.
Para la elaboración de sus vinos se usan variedades autóctonas como la Juan García.
Al tratarse de un terreno duro y escarpado, no era fácil de cultivar. Por ello destacan los bancales y terrazas, intentando sacar un terreno llano en escalones dentro de las verticales paredes. Allí, intercalados con la vid destacan los olivos y frutales.
Dicen que desde Aliste llegaban carros cargados de patatas que volvían llenos de sus ricos vinos.
Si visitas Fermoselle no te puedes perder su Plaza Mayor, donde destaca el Ayuntamiento coronado por una campana que además de los usos tradicionales como el aviso del cobro de tributos o un fuego, avisaba también de la salida de los encierros.
No debes perderte la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, sus empinadas calles y miradores y….la Casa del Parque ubicada en el antiguo convento de San Francisco.
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No lo olvides, una visita guiada no es un freetour. Marca la diferencia y elige bien quién te guía.