Las cofradías de ánimas eran de las más extendidas por toda nuestra provincia. Dentro de pocas semanas celebramos la festividad de Todos los Santos y vamos a recordarlas.
Existía la creencia que las animas tras la muerte del cuerpo tenían que purgar los pecados en el purgatorio para poder subir al cielo.
Surge una ancestral y muy extendida devoción a las benditas ánimas del purgatorio.
La presencia de las ánimas se sentía como algo cercano, estaban entre el cielo y la tierra por lo que podían comunicarse con el mundo de los vivos. Había creencias populares muy extendidas como que si se colocaba la hogaza de pan al revés o si se le clavaba un cuchillo era una ofensa a las ánimas del purgatorio.
Las cofradías de ánimas se encargaban de organizar los entierros, eran las que custodiaban las velas y las andas para llevar a los difuntos. También recogían las limosnas ofrecidas para este fin.
Conservamos todavía en alguna de nuestras iglesias pequeños relieves y cuadros de ánimas. Como el que se encuentra en el pórtico de entrada de la Iglesia de Santo Tomás de Otero de Sanabria.
Relieve que representa a una serie de figuras purificadas por el fuego que alzan sus brazos esperando subir al paraíso. Esta rematado por una venera con la charnela hacía abajo.
Todos los que pasaban por la iglesia contemplaban esta escena y les recordaba su futuro. Con esto se fomentaba que tuvieren un correcto comportamiento para llegar a Dios.