Es habitual que cada festividad o celebración lleve asociada una gastronomía típica.
En el caso de la Semana Santa de Zamora hay platos íntimamente ligados a está arraigada celebración.
La Semana Santa de Zamora no solo es apreciada por la solemnidad de sus procesiones, por su silencio y sobriedad, sino también por la gran variedad y la alta calidad de su cocina.
Algunos de los platos más tradicionales ligados a la Semana Santa son:
ACEITADAS
Si hay un dulce que este especialmente ligado a nuestra semana de pasión, ese es sin duda la aceitada.
El nombre le viene por el uso de aceite como grasa, para que pudiese consumirse en esas fechas y cumplir así con los preceptos de la Cuaresma, evitando usar cualquier producto derivado del cerdo u otro animal.
Sus ingredientes son: aceite, huevos, harina, azúcar y anís.
El olor anís impregnaba el aire de Zamora desde la semana anterior al comienzo de la Pasión. Era la semana previa en la que las familias comenzaban a prepararlas para ser consumidas durante la Semana Santa.
Son unas pastas de textura algo dura y forma redondeada. Antes de ser introducidas en el horno se les hace un corte en forma de cruz en la parte superior.
Hoy en día pueden encontrarse todo el año en las pastelerías y panaderías no solo de la ciudad sino de toda la provincia de Zamora.
SOPAS DE AJO
Este plato, aunque se consume durante todo el año, está especialmente ligado a la Cofradía de Jesús Nazareno.
Tras varias horas procesionando, los hermanos hacen un alto en la zona conocida como Tres Cruces y para reponer fuerzas es costumbre consumir sopas de ajo. Este plato es un verdadero reconstituyente que les ayudará a entrar en calor y les dará energía para terminar el desfile.
Se sirven tradicionalmente en un cuenco de barro de Pereruela, por supuesto, junto con una cuchara de madera.
Los ingredientes son: aceite, sal, agua, pimentón, pan y, claro está, ajo.
DOS Y PINGADA
Se trata de un plato ligado al día del Domingo de Resurrección. Tras la procesión del “Encuentro” y una vez han regresado las imágenes al templo de partida, la iglesia de la Horta, los cofrades y el resto de los zamoranos acudimos a los establecimientos hosteleros para cumplir con la tradición.
Es un plato en el que se rompe la abstinencia que establece el tiempo de Cuaresma.
Está constituido por ingredientes sencillos: dos huevos fritos con una loncha de jamón al que se ha ido incorporando pan frito para untar la yema del huevo y otros embutidos como el chorizo frito.
ALMENDRAS GARRAPIÑADAS
Es uno de los dulces más tradicionales de nuestra Semana Santa y su olor impregna todas las calles de Zamora. Son numerosos los puestos de almendras garrapiñadas que todos los años puedes encontrar en las calles más céntricas de Zamora.
Los ingredientes son: almendra, agua y azúcar. Sencillos ingredientes que hacen las delicias de grandes y pequeños.
Este sencillo dulce está muy ligado a una de nuestras cofradías más tradicionales, la cofradía de Jesús Nazareno. Sus cofrades reparten todos los años almendras garrapiñadas a todos aquellos que se acercan a contemplar el desfile.
Además de estos cuatro manjares típicos y especialmente ligados a nuestra tradicional Semana de Pasión, existen otros como el potaje de vigilia, hecho con garbanzos de Fuentesaúco o el bacalao a la tranca, las cañas zamoranas y las torrijas.
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